Período Terciario
 
 
    El terciario, que significa tercera edad, fue un período que empezó hace 65 millones de años, cuando los dinosaurios se extinguieron, y finalizó hace 1,7 millones de años. Se divide en cinco épocas: el Paleoceno, de 65 a 56 millones de años; el Eoceno, de 55 a 38; el Oligoceno, de 37 a 24; el Mioceno, de 23 a 6; y el Plioceno, de 5 a 1,7.

    Si hubieras podido dar la vuelta al mundo durante este período, te hubiera parecido muy similar al actual. Durante el Terciario, los continentes empezaron a desplazarse hasta las posiciones que ocupan hoy. El paisaje fue asemejándose más o más al que nos rodea, y así aparecieron las plantas con flores, los mamíferos, y las aves actuales. Los continentes prosiguieron su desplazamiento, lo que produjo cambios climáticos. Lo primeros 20 millones de años fueron cálidos, hasta el punto de que había selvas tropicales cerca de los polos Norte y Sur. Los primeros mamíferos y aves se desarrollaron en un clima húmedo y caluroso. Los océanos se enfriaron alrededor de los polos y se formaron los casquetes polares. El clima se hizo más extremado.

    Muchos de los mamíferos y aves desaparecieron, pero surgieron los primeros antepasados de los animales actuales como el perro. América del Norte fue la tierra natal de los mamíferos con bolsa, algunos de los herbívoros más antiguos, los multituberculados, y de los primeros roedores. El primer perro apareció en Norteamérica en el Oligoceno, igual que la primera foca. También había gigantescos mamíferos con cascos. En el Mioceno, las praderas americanas se parecían a las sabanas africanas de hoy. Allí había elefantes, berrendos, animales parecidos al ciervo, cerdos gigantes, enormes caballos con garras, camellos, antepasados de los felinos con dientes de sable, rinocerontes y hienas. Hace unos cuatro millones de años, América del Norte y del Sur se unieron por el istmo de Panamá. Los animales evolucionaron, se extendieron, emigraron y se extinguieron. Las gigantescas aves corredores carnívoras emigraron al Norte junto con las capibaras, los armadillos, los perezosos terrestres gigantes, las zarigüeyas y los puercoespines. Muchos marsupiales sudamericanos, se extinguieron por completo. En distintas épocas, Europa estuvo unida a América del Norte, Asia y África. Quizá fuera el hogar de los primeros mamíferos carnívoros. Europa albergó también a un primitivo miembro de los primates, un primitivo miembro compuesto por lémures, monos y grandes simios. Durante el Oligoceno, la India colisionó con Asia y se formó la cordillera del Himalaya. Varios animales hicieron su entrada en la vida terrestre en Asia. Los conejos evolucionaron en este continente. Entre los fósiles asiáticos también se cuentan la primera ballena, el primer elefante y quizá los primeros murciélagos. En el Mioceno, evolucionó el primer oso verdadero. En Asia, durante el Oligoceno, había rinocerontes de todos los tamaños y formas. Asia también albergó a un gigantesco pariente de los caballos, un cerdo primitivo y un felino con dientes de sable. Durante el Oligoceno, en África, las selvas tropicales menguaron. De Asia llegaron los marsupiales y los roedores y evolucionaron los grandes simios. Durante el Mioceno, África de unió a Europa y Asia. La expansión de las praderas aumentó y los conejos, los felinos, los rinocerontes y muchos carnívoros, insectívoros, cerdos y ciervos penetraron en los nuevos territorios. Los rumiantes se multiplicaron junto con sus depredadores. Durante el Oligoceno, Australia de convirtió en una isla lo cual permitió que prosperaran sus marsupiales. También sobrevivieron allí los mamíferos ovíparos. De estos últimos, hoy sólo existen dos especies: el ornitorrinco y el equidna. Allí evolucionaron zarigüeyas prehistóricas, enormes canguros, ratas canguro, junto con los marsupiales gigantes más primitivos, vombats gigantes y leones marsupiales.

    Los fósiles recientes son más comunes de los antiguos. Los fósiles tardan muchos miles de años en formarse, pero incluso cuando se están formando corren peligro de ser destruidos. Quizá resulten aplastados y se disuelvan en la roca fundida a gran profundidad, o afloren a la superficie y sufran la erosión del viento, el hielo y la lluvia. Por eso los fósiles más antiguos disponen de más tiempo para ir desapareciendo. Los fósiles del terciario tienen más posibilidades de sobrevivir que los de la Era de los Dinosaurios.


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